He tardado un tiempo en poder ir expresando tanto como estoy viviendo acá. ¡No tardé nada en adaptarme a las horas y al ritmo que lleva acá la comunidad y creedme que es bestial!
Sorprende enormemente la entrega de los miembros de la parroquia: cada uno está en algun servicio o ministerio: Hay delegados de la palabra, Pastoral Social (como nuestras Cáritas), Pastoral Familiar, Pastoral de Liturgia, catequesis desde infantil hasta confirmación y Pastoral Juvenil. Se está en premisión, tambien se está preparando el Sínodo.
Todos los que ya asumen cualquiera de estos servicios, ademas pertenecen a una pequeña comunidad. La vida se palpa, se respira acá. Esta bendita gente siempre está feliz, con la sonrisa puesta, a pesar de las dificultades, de la inseguridad permanente. Nieves y yo, tras la marcha de Bea y Noe, nos hemos quedado en la Parroquia. Nos sentimos parte de la comunidad, parte de esta familia que nos cuida y nos mima con verdadero cariño. La verdad es que una se queda sin palabras, y solo acierta a ir guardando todo en el corazón y pedir a Dios que aprendamos de ellos a vivir siempre con alegria, sintiendonos privilegiados no, lo siguiente, y sin embargo siendo a veces tan tristes.
Hemos compartido catequesis con los niños y con confimación y con los jóvenes de Pastoral Juvenil. Nos hemos reunido con el Comité de construccion del salón multiusos y de aulas que se están construyendo en los terrenos de la parroquia, con algunos jóvenes de la colonia contratados, pero dirigido por Perlita como arquitecta técnica y Mando como encargado, ambos miembros activos de la comunidad parroquial. También nos hemos encontrado con la Pastoral de Catequesis y con la Pastoral Social. Qué trabajo mas precioso realizan, con la despensa y los combos. Esto es una iniciativa preciosa y solidaria, os cuento: algunos miembros de la Pastoral Social consiguen donaciones de empresas de azucar, o harina, y lo que no consiguen lo compran con las aportaciones que ellos mismos hacen, con rifas, bingos, venta de tajadas, horchata…
Con esto hacen unos combos (paquetes) con azucar, harina, frijoles, manteca… Y los venden en la puerta de la Iglesia (hay unos de 20 y otros de 30 lempiras. ¡El cambio es 23,7 lempiras= 1 euro!) y esos combos que la gente compra al llegar a la Celebración de la Eucaristia luego se ofrecen en el ofertorio, y se llevan a aquellas familias que menos tienen, según las necesidades que previamente han detectado en la propia comunidad. Esto se hace no solo en la parroquia sino también en los otros sectores, (12 atiende la parroquia, algunos urbanos pero fundamentalmente rurales, donde la pobreza es mas palpable). Los sectores urbanos tienes menos necesidad y lo que consiguen lo reparten en los mas pobres.
Hay tantas cosas, hay un proyecto tambien precioso, surgido hace dos años por un matrimonio de la comunidad de los Castaños, consistente en dar un vaso de leche a los ñinos del bordo, de Santísimo Redentor. El bordo (en San Pedro Sula hay 27) son chabolas construidas a la vera del rio,acá en Santisimo Redentor hay dos niveles, uno superior y otro ¡en la propia orilla del rio! Si hay una llena del rio se los lleva a todos. Acá si que se palpa la miseria. Los niños tienen sus barriguitas hinchadas por los parásitos, y desde el dispensario médico (que también hay uno en la parroquia) se hacen las brigadas médicas, que tres veces en el año hacen campaña de desparasitación de los niños del bordo.
Pues esta primera iniciativa surgida hace dos años un dia de jueves santo, se mantiene hoy, implementada con otro dia, martes (por la fiesta del Perpetuo Socorro del año en que se inició), y un sueño próximo de poder llegar a un tercer dia, sábado. El vaso de leche se da a las 5.00 a.m. en la Iglesia del Santisimo Redentor del bordo. Allá llegan los voluntarios con su leche, con cereal y su panito. Es increible ver a los niños, algunos muy pequeños, con su vasito o su pepe (biberón), la unica contraprestación que les piden, aunque si no lo llevan, tambien se les da uno desechable, haciendo cola, niños en una y niñas en otra, descalcitos la mayoria. El otro dia faltó leche para los ultimos que llegaron, y sin protestar (¡No me lo imagino en España!) dieron media vuelta con su vasito y se marcharon. ¡Saben que el próximo día deben llegar antes! Luego se sientan en el suelo, en el escalon de la paila del carro, o donde agarran para tomar su panito y su vasito de leche.
Y por supuesto rezan siempre antes de comenzar cualquier actividad, reunión, incluso el vasito de leche.
El otro día el hermano Josúe, diácono de la Parroquia de San Antonio, me ofreció hacer yo la oración en el bordo. ¡Dios mío, cómo hemos de cambiar nuestra mentalidad, romper nuestros esquemas, ante la visión de tanto rostro de Cristo en cada uno de esos pequeños, casi, en voz alta, recé por mi, para que me diera fuerzas, y pedí que nos hicieramos cada uno mas hermano de nuestro prójimo, más cercano a su necesidad! Créanme, fue un momento que aun hoy no acierto a describir con palabras.
En resumen, Nieves y yo estamos encantadas, nos sentimos en casa, y constatamos que lo mas importante acá es ser como esponjas que absorban todo lo que nos rodea, las personas, el paisaje -¡qué paisajes¡- y que lo poquito que podemos aportar es nuestra presencia, nuestra cercania y cariño, que acá brota del corazón sin esfuerzo, y lo mas importante que alguine nos dijo en el Encuentro de Voluntariado: lo mejor que podeis llevar es vuestra experiencia de fe y de encuentro con Cristo. ¡Lo demás surge solo!
No podemos cesar de dar gracias por este regalo, gran regalo, enorme regalo que es para Nieves y para mi estar acá.
Desde esta bella tierra catracha repleta de buena gente nos despedimos.
¡Seguiremos escribiendo!
Bendiciones
Nieves y Dolo