La idea en sí ya era un reto: recrear a través de la música un viaje de 80 días en el que Willy Fog y sus amigos cruzan el mundo para ganar una apuesta. El libro de Julio Verne sirvió de excusa para el quinto concierto de Sevilla 28, el coro de la parroquia del Santísimo Redentor de Sevilla: ‘La vuelta al mundo en 80 días’. El objetivo: recaudar fondos para AS para convertir un pequeño trocito de Kenia en un lugar más habitable.
Desde el primer momento la iglesia, escenario efímero del concierto, estaba abarrotada por aquellos que quisieron compartir con Sevilla 28 este nuevo proyecto. Se calcula que entre 700 y 800 personas acudieron a la cita, en la que algunos tuvieron que permanecer de pie por no haber sitio en los bancos. Un lleno absoluto. En esta ocasión, el coro se presentó en su versión más numerosa, congregando a casi 40 personas sobre el escenario, que se las ingeniaron para hacer lo más rápido posible cambios de vestuario y escenario imposibles.
La historia de Willy Fog, llevada a la televisión en forma de serie de dibujos animados, cambia esta vez Londres por Sevilla y convierte a la princesa india en la desaparecida princesa rusa Anastasia, que verá como el malvado Sullivan se las ingenia para hacer perder la apuesta a Fog y arrebatarle la mitad de su fortuna. Con milimétrica dirección musical de Mari Ro Aguilar, imprescindible dirección escénica de Tomás Macías, un fresco guión de Miguel Pérez y la inestimable colaboración del coro al completo, el concierto, en el que el precio de la entrada “lo pones tú”, logró recaudar más de 3.000 euros para Kenia, una cifra récord que supone más del doble que el concierto anterior.
Durante las casi dos horas del concierto, los caballeros se mezclaron con los bereberes, se oyeron canciones de Disney como ‘Hakuna Matata’, y el coro demostró su buen hacer con las canciones a varias voces, como en el caso del escalofriante ‘Vois sur ton chemin’ de la película ‘Los chicos del coro’ o la versión polifónica del tema de Sinatra ‘New York, New York’, además del espiritual negro ‘Oh happy day’, que algunos ya habían escuchado en la misa góspel que se hizo el año pasado.
Sevilla 28 ha intentado ofrecer un producto distinto cada año: si empezaron con música clásica y siguieron por villancicos y bandas sonoras de cine, el año pasado se incorporó el teatro en ‘Regreso al pasado’, una versión de la película de los ochenta protagonizada por Marty McFly. Este año le ha llegado su momento a la danza en varias coreografías creadas por Maya Balanyá, y que nos transportaron de España a Japón pasando por India y Nueva York. Reseñable también es el decorado, labor de Laureano del Otero CSSR, Soledad Fernández y la familia Ávila Ramos: telones coloristas y vistosos para recrear cada uno de los países, desde el Gran Bazar de Estambul hasta la bahía de Sydney.
Igual que comenzó con una partida de billar en un atípico club inglés sevillano, el concierto concluyó con un homenaje alegre a las generaciones anteriores, las de nuestros padres, que pudieron corear las canciones de un popurrí que incluía temas como ‘La chica yeyé’, ‘Black is black’ o ‘Corazón contento’. El público terminó en pie y con ganas de más, pero para eso habrá que esperar aún un poco. Hace falta tiempo para volver a reinventarse y volver a crear un nuevo espectáculo para toda la familia en la que los niños más pequeños disfruten tanto como los más mayores.
Miguel Pérez